Confesionario para Viaje

Proyecto: Confesionario para Viaje
Autores: Ignacio Rodríguez Srabonian + Diego García Pedrouzo

Es un proyecto de arte relacional que conjuga acción, instalación y net-art. Su objetivo es tejer redes intersubjetivas creando una arquitectura específica para esto.
Confesionario para Viaje se transporta trabajando desde el límite, utilizando lo abyecto de nuestros secretos. El proyecto comienza en Santa Maria, RS Brasil, continúa en Montevideo y próximamente en Frankfurt. Se alimenta necesariamente del intercambio, de la participación del otro, que más allá de espectador participa activamente en los tejidos de esta red de confesiones. En Santa María el confesionario se emplaza en espacios públicos (peatonales, pubs), irrumpe desde su apariencia marginal construído con material de deshecho.
En Montevideo se integra a un espacio virtual de exposición pero que además de mostrar el registro de las experiencias pasadas, funciona como un nuevo campo de interacción. La experiencia termina en una red on-line que se desconfigura en diferentes contextos como nuestras más intimas confesiones.

Nuestro publico, nuestro privado

Proyecto: Nuestro publico, nuestro privado
Autoras: Valentina Bolatti + Natalia Hazan

Nuestro publico, nuestro privado

Es un proyecto que surge del día a día. De los roces cotidianos con las personas conocidas y las no conocidas.
Un proyecto que habla de un espacio no tangible con el que vivimos todos a diario; cuando estamos en un ascensor, mantenemos cierta distancia con los otros, en un ómnibus también. Cuando caminamos en la calle nunca lo hacemos al lado de quien no conocemos.
Por otro lado, cuando estamos en familia, en confianza, este espacio llega a convertirse en uno solo con el resto. Espacio que manejamos según las personas y los ámbitos en que nos encontramos; cuando estamos en confianza se estrechan, cuando estamos en desconfianza se amplían.

En la práctica:
Este espacio representado por un tubo de tela elástica, para poder representar sus múltiples opciones. Dentro, nosotras mismas interactuando, dando formas a este espacio.

Veinticuatro, o 113.604 latidos totales

Proyecto: Veinticuatro, o 113.604 latidos totales
Autora: Erika Bernhardt .

La idea de lo público, lo privado nos involucra personalmente, lo íntimo compromete.
Son espacios que coexisten y cohabitan en la persona, el sujeto a pesar de los diferentes espacios en que habita sigue siendo uno y único, pero también en su vida es múltiple y diverso, cambiante e inestable. Las diferencias entre estos espacios no son tangibles ni calculables, son culturales, propias del sujeto que vive en sociedad. ¿En que punto se visualizan los límites, donde se hacen reconocibles, que es lo que se muestra, hasta donde dejo ver, hasta donde ven? El proyecto experimenta con estos espacios, mover el espacio privado hacia uno público y viceversa, siendo lo íntimo lo que subyace siempre sin presentarse explícitamente.
Se enfrentan los espacios entendidos como diferentes, la tensión está en sus límites. Elijo mostrar un dia mío tal cual es, 24 horas de un día cualquiera en dos formas, una a través de un registro fotográfico, pero no desde mi mirada, sino desde otro que involucra sus 24 horas para registrar las mías, relacionándose con mi privado, ¿llegando a mi íntimo? Otra, exponiendo un estado físico interior, biológico, las variantes del latido de mi corazón durante todo un día, a través de un Holter, un dispositivo colocado en mi cuerpo que toma electrocardiogramas durante 24 horas.

Presentación:
·Fotografía
Panel de 174 cm x 144 cm
600 fotos en una cuadricula de 25x24
·Electrocardiograma de las 24hrs.

Intersecciones

Proyecto: Intersecciones
Autoras: Eugenia González + Agustina Rodríguez

Dentro de un ómnibus se encuentra un grupo de personas tomadas al azar, unidas por un “destino” común. Cada persona se apropia de este espacio público generando límites imaginarios.
Esta obra intenta traducir una visión sobre el comportamiento humano, rozando disciplinas como la antropología o la psicología. El lenguaje empleado es el video, el mecanismo de filmación es invadir con la cámara a las personas en el ómnibus, sin explicar motivos. De ese modo rompemos sus límites de privacidad así como los nuestros, ya que también somos filmadas en el momento de la ruptura, y el grado de exposición dentro del ómnibus es máximo. El grado de acercamiento a las personas, y sus características sociológicas son contempladas al momento de establecer parámetros de interpretación.
Esta obra es un work in progress, no un producto acabado sino un proceso que se retro alimenta continuamente. Se materializará en una video instalación donde en una habitación se proyectarán el video de quien invada paralelo al invadido sucediéndose una secuencia con una muestra del material filmado.
Este proyecto busca hacer reflexionar acerca del espacio público y el uso que se hace de este, donde esta el límite entre lo público y lo privado, y hasta donde una persona puede dejarse invadir.